domingo, noviembre 19, 2006

El transplante de vello púbico... ¡incomprensión total!


hace tiempo imaginé, se me ocurrió una cosa, y luego resultó que no había sido yo la primera en idearlo, sino que ya es una moda que está bastante extendida entre las clases altas chinas...

vamos, en realidad de lo que estoy hablando es de lo que da título a este artículo, del vello púbico...

es ampliamente conocido el hecho de que mucha gente del continente asiático, de cualquier país, no deslumbra por la cantidad de vello que tiene en "todas su partes" que cubren su piel.

estas partes serían, pues, el pecho, la espalda, las piernas, los brazos, los coños y las pollas, o mejor dicho, las güevadas, las mandangas, las bolitas de pin-pon de textura gelatinosa...

la gente, especialmente en China y Japón, se gasta muchísima pasta en transplantes varios, u otro tipo de operaciones, como que le practiquen 4 cortes en los ojos: 1 en cada párpado, así como, 1 en cada "pata de gallo", para así conseguir unos ojos "a la occidental"...

me parece una gilipollez, pero vamos, para comprobarlo le preguntaré a mi colega indio-hindú que conocí en Nottingham, y que trabaja por la costa china, a ver si es verdad...

MIENTRAS TANTO, LOS NIÑOS Y LAS MUJERES, ESPECIALMENTE, VIVEN, COMEN, DUERMEN Y TRABAJAN EN FÁBRICAS LÚBREGAS Y HORROROSAS POR TAL DE PODER ALIMENTAR A SUS FAMILIAS...

PARA CONSEGUIR TRABAJAR MÁS DE 48 HORAS SEGUIDAS, ALGUNAS MÁS DE 90 HORAS SEGUIDAS... LO QUE HACEN ES PONERSE UNAS PINZAS EN LAS CEJAS QUE LES SUJETEN LOS PÁRPADOS (no busquéis imágenes, al menos yo, no las he encontrado...)

¡piénsen! ¡y valoren vuestro vello, de "todas partes", el trabajo, su familia, su casa... todo, pero también quéjense, porque ya fuimos hijos de una dictadura, y ahora de otra, el neoliberalismo!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

te amoooooooo

Anónimo dijo...

¡TODO ERA AMOR!

¡Todo era amor... amor!
No había nada más que amor.
En todas partes se encontraba amor.
No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla,
amor al portador, amor a plazos.
Amor analizable, analizado.
Amor ultramarino.
Amor ecuestre.
Amor de cartón piedra, amor con leche...
lleno de prevenciones, de preventivos;
lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula,
chorreado de merengue,
cubierto de flores blancas...
Amor espermatozoico, esperantista.
Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos;
con sus faltas de puntualidad, de ortografía;
con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes,
de los bomberos.
Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas,
que arranca los botones de los botines,
que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto.
Amor incandescente y amor incauto.
Amor indeformable. Amor desnudo.
Amor amor que es, simplemente, amor.
Amor y amor... ¡y nada más que amor!