miércoles, abril 21, 2010

Otros volcanes




La ciudad de Baños (la que se ve en las fotos), es una pequeña localidad ecuatoriana, donde viven alrededor de 15.000 personas, y que cuenta con gran afluencia de turismo nacional e internacional durante todo el año. Esta pequeña ciudad se encuentra a una altura de 1.800 msnm, a unos 5 km al norte en las mismísimas faldas del volcán Tungurahua (en quichua, Garganta de fuego).

El volcán Tungurahua es un estratovolcán activo, y el 15 de julio de 2006 erupcionó. La actividad inició con temblores constantes, explosiones, emisiones de ceniza y caída de rocas. La poblaciones de Pelileo, Baños, Penipe, y otros cantones de las provincias de Chimborazo y Tungurahua estuvieron en máxima alerta durante más de un mes de actividad volcánica. Se reportó que flujos de lava llegaron a dichos pueblos; la ceniza destruyó cultivos y calcinó animales. El volcán también dejó escapar inmensas cantidades de rocas ardientes y cenizas. En el transcurso de la noche, la totalidad de la provincia del Tungurahua, incluyendo Ambato, Pelileo, Baños y la provincia del Chimborazo, incluyendo Riobamba y Penipe, fueron cubiertos de capas de rocas y cenizas.

Así se narra la historia de actividad volcánica del Tungurahua del 2006, que no ha sido la única a lo largo de la historia, y que no sólo puso en alerta, si no que expulsó a centenares de familias, cuyos ingresos provienen exclusivamente de los cultivos y crianza de ganado, de sus tierras.

Todavía recuerdo las historias que me contaron mis compañeras de Riobamba (a 1 hora y media de Baños) sobre aquellos meses trágicos en los no tenían una vida normal.

Todavía recuerdo, en 2009, como, viviendo en Riobamba, nuestros ojos a menudo se ponían acuosos porque nos llegaba una ligera ceniza del Tungurahua, sin erupcionar, pero expulsando un leve polvo que nos incomodaba durante semanas.

Seguro que aquellas personas que inhalaron sustancias nocivas en 2006, y que todavía las aspiran intermitentemente, se asombran de los efectos del volcán islandés en las vidas de millones de personas de estos lares.

Espacio aéreo bloqueado, caos aéreo, caída de la bolsa de valores, pérdidas millonarias, gente "atrapada" en el mundo... Todavía pienso en las personas islandesas cuyas rutinas y vidas se han visto poco afectadas, a mi parecer.

¿Será normal en el futuro que la falta de comunicaciones se defina como una catástrofe?

¿Será normal en el futuro que las alteraciones de la bolsa se considere más relevante que la propia vida de las personas?

Educación en valores III - Child friendly Initiative

Educación en valores II - 15 días en agosto

viernes, abril 16, 2010

Educación en valores I - The Fun Theory

Felicidad extrema


Una felicidad extrema me inunda cuando me encuentro rodeada de viejos amigos y amigas. Me siento en mí misma, te sientes tú, yo me siento yo.

Cuando vienes de allá, o vives acá y no fluyes en el lugar, los reencuentros con tu gente te brinda la emocionante sensación de la comodidad comunicativa social.

El día que sepamos apreciar todas las liviandades que nos ofrece la vida, quizá sea demasiado tarde.

miércoles, febrero 24, 2010

Amistades que importan


La vorágine "inevitable" a la que nos lleva el modelo de vida moderno y Occidental actual es sin duda una de las preocupaciones actuales de mucha gente que, como tú y como yo, no somos insensibles a la comunicación social con nuestras amistades como punto súper importante en nuestro crecimiento personal.

Hay que darse cuenta, hay que observar aquellas situaciones que nos observan desde la Luna pensando: ¿qué le pasa a esta gente? ¿por qué se olvidan de "cosas" súper importantes como la familia, las amistades, etc., quienes, por cierto, no son "cosas"?

Todas/os vivimos momentos de inflexión en la vida, son imprescindibles, a veces son los únicos instantes que nos hacen despertar y abrir nuestros ojos y nuestros corazones a la vida. La carencia de cariño y amor, la insatisfacción personal de un trabajo, la aflicción por la nostalgia y el recuerdo de seres que ya no están, de lugares y momentos que añoramos, y otras circunstancias nos conducen a parar y meditar, sentir, querer, amar y, sobre todo, comunicar nuestro amor a la gente que más estimamos.

Luego de expresarles explícitamente a las personas que más queremos nuestra estimación por ellas/os, cabe ir un poco más allá y encontrar en esa "vorágine inevitable" momentos humanos que compartir con ellas/os y que nos hagan crecer y sentirnos vivas/os.

Yo estoy en ese camino, en el de retomar relaciones de amistad algo descuidadas tras mi experiencia fuera durante bastantes meses.

Te animo a que tú también lo hagas.