Un millar de jóvenes contra la policía
Se convocan por mensajes y Messenger y por el boca a boca, primero, para organizar macrobotellones y, segundo, en Alcorcón, para organizar una macropelea.
“Los concentrados corearon a gritos en contra de los dominicanos que presuntamente originaron la revuelta de la noche anterior”. Mi madre siempre me dijo que dos no se pelean si uno no quiere, gran dicho éste. Ser joven puede suponer que cueste más lidiar las diferencias y, sobre todo, étnicas o “raciales”, este último adjetivo utilizado por muchos medios que provocan que la gente piense en “razas diferenciables. ”
Hoy en día, este incivismo, violencia o agresividad se podría solventar, en parte, mediante la implantación de asignaturas como la famosa “Educación para la Ciudadanía”, pero es que ésta no se imparte en la calle…
“Da igual que sean españoles o dominicanos. Lo que no puede ser es que los adolescentes estén todo el día tirados en los parques.” “Esto ha reventado ahora, cuando la policía sabe desde hace meses los problemas que tenemos aquí. Pero no hacen nadda, y al final ha saltado la violencia.”
Y yo me pregunto. ¿Quién no hace nada: la policía, los profesores, los padres, los educadores y trabajadores sociales ausentes en las calles detectando “problemas”, o los políticos que podrían tomar medidas “desde arriba?
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