
Cuando empiezas a sentir que el tiempo pasa, te das cuenta de que ya no sabes si quieres cotidianeidad, continuidad y perseverancia, o más bien prefieres continuar anclada en la idea, que no siempre la práctica, de la improvisación.
Cuando empiezan a entrar nuevas premisas y factores en tu vida, las cosas cambian, y muchas veces a mejor, porque todas estas llegadas / bienvenidas suponen el descubrimiento de tu ser en relación con el resto de cosas y personas del mundo.
Cuando el tiempo pasa, al fin y al cabo, debes asumirlo y llevarlo tan buenamente como te sea posible, disfrutándolo, sobre todo, y luego sintiendo que la perfección no existe.
Cuando es costoso que "lo relativo" entre en tu vida, debes dar un paso atrás y observarlo todo en perspectiva. O mejor dicho, como dice un gran amigo, cambiarte las gafas, a veces con lavarlas ya tienes suficiente. Como otra gran amiga también dice: abre la maleta que llevas a tu espalda y sin entrar en "cuestiones metafísicas", lava aquellas que todavía necesites pero en mejor estado, tira las telas andrajosas, vuelve a tender las que te parezcan útiles... reaz un poco tu armario...
Al fin y al cabo, la vida es más bonita de como nos la pintan...