lunes, mayo 11, 2009

Rodeada de alturas







Cada mañana cuando me levanto deseo que las cordilleras y en especial los volcanes no estén tímidos con los extranjeros para así poder verlos. El volcán Chimborazo, de 6.310 metros de altura, situado al noroeste –de Riobamba-, el volcán Tungurahua, se alza hasta los 5.016 metros de altura y se ubica al Noreste, el volcán El Altar, con sus picos desordenados se levanta hasta los 5.319 metros al este.

Todavía me siento y me sienten como extranjera porque, como saben decir acá, el Chimborazo en especial no se deja ver ante ojos extraños.

Las adaptaciones son duras siempre que las/te observas con demasiado detenimiento

Al fin y al cabo, es como sentirse en casa. El fregaplatos FAB es el mismo que el que usaba en Colombia. Las sopas sencillas blancas con sólo huevo me recuerdan a las que tradicionalmente toma mi abuelo con huevo y pan duro. Al montarte en un carro (buseta dirían en colombiano) el cobrador anuncia los destinos a modo de: el que más grita y más repite el mensaje más clientes se lleva, igualito al estilo colombiano. El transporte colectivo y los taxis son idénticos a Colombia, te pitan para llamarte la atención y les elijas, pero acá no insisten tanto, no son tan cansones como en Cartagena. La música, menos mal, también es muy parecida a la que se escucha en Colombia comúnmente: vallenato, salsa, bachata, reggaeton. Si te vas con indígenas puros, ya ahí sí cambia la cosa…
El valor de la mujer y la madre son tratados muy similares en Colombia y en Ecuador. En Colombia viví el día de la mujer, nunca me habían felicitado tanto en mi vida como aquel día; en Ecuador estoy viviendo el mes de la madre. Tengo entendido que, de hecho, el día de la madre es muy importante en toda Latinoamérica. Y luego cabe preguntarse, tantas felicitaciones, regalos, trato caballeresco con la mujer y la madre durante fechas especiales, pero ¿qué sucede en el día a día cuando ésta cría los hijos, prepara la comida, hace el aseo, lava la ropa, la tiende, la plancha, hace el mercado, cría los nietos, sale al campo o a la oficina a trabajar?

Seguro que mañana el Chimborazo me da la bienvenida si amanezco Riobambeña.

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